Expropiaciones de luxe 3

Los decretos inventados de Expropiaciones siguen amontonando tierras para el Estado compulsivamente; ahora le toca reaccionar a otra repartición que no cumple con su premisa: contralor de los caudales del agua, ya que muchos arroyos son desviados de sus cauces naturales para regadíos de plantaciones en campos privados, donde el principal detectado es el primer mandatario de san Luis Alberto Rodriguez Saa, quien cuenta con una denuncia en su contra iniciada por los vecinos de El Trapiche.
San Luis Agua, de esta repartición se trata, termina por formar parte de un nuevo apéndice del poder político y económico con que cierran el círculo fundamentalísta los Rodriguez Saa.
El Director de San Luis Agua, Dr. Daniel Woscoboinik es quien debería encargarse de temas tan graves por otra parte, de las grandes pérdidas de agua que se ven por toda la ciudad y barrios aledaños, quién debería asegurar el buen desempeño de otros organismos municipales para que al agua llegue limpia y potable a los hogares de San Luis cuenta con denuncias públicas y privadas de ciudadanos de la ciudad porque esto no se cumple; el agua llega varias veces contaminada a los hogares y no siempre su consumo es recomendable.
El Director de San Luis Agua es quién ordena , sin ninguna autoridad ni como representante de la justicia, sin mediar ningún dictamen de la justicia, sin ninguna demostración moral la expropiación ahora, a una familia de apellido Maluff cuya propiedad en su haber cuenta con más de un siglo en la zona de La Florida, a pocos Kms. de El Trapiche.

El Modus Operandi es similar al utilizado en Estancia Grande solo que en este caso se agrava porque la persona que quiere llevar a cabo esta atrocidad no tiene poder de resolución ni decisión en algo tan delicado como dejar a una familia sin su tradicional campo en calidad de lugareños queridos por sus vecinos.
El ciudadano Daniel Woscoboinik no da la cara ni da las explicaciones requeridas del caso; no le preocupa su situación de posible testaferro desde un organismo o sociedad del Estado, solo se limita a cumplir con la seguidilla de las expropiaciones con la excusa de futuras Obras destinadas a sacarle provecho a las aguas sobrantes del Dique La Florida e inclusive a urbanizar la zona con emprendimientos turísticos de los que no hay claridad salvo la firme sospecha de que las tierras irían a parar a manos de sedientos personajes ligados al poder de los Saa.