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martes, 7 de junio de 2011

Sicarios de la Justicia


Justicia, principal elemento con el que cuenta la comunidad toda para sentirse seguros, protegidos y libres, donde acudir cuando se deben resolver problemas de índole civil, comercial, penal y otros. Donde quiénes la componen y toman decisiones que pueden remediar o no, cuestiones simples o complicadas, deben estar alejados de toda contaminación exterior como asuntos políticos, comerciales, personales e ideales y donde la ley no es solo una palabra escrita al azar, sino que viene consensuada, pensada por personas supuestamente probas y que a su vez fueron elegidas como designio de representación de una sociedad, para que se cumpla de acuerdo a un Estado de derecho. 
En San Luis, desde siempre, está pisoteada, basureada e instruida por intereses ajenos al desarrollo normal del mecanismo que debería protegernos precisamente, de todos los edificadores que esquematizan y acotan a la justicia a un pobre señuelo de interés personal.
La contraposición de la justicia la desarrollan a través de variadas formas y señales desde el poder tanto Ejecutivo como Legislativo e influencias de funcionarios y personajes o, en personas de todo tipo: periodismo oficial, políticos, policías, amiguismo, vecinos, delincuentes, coimas, transformándola en un espejo con una venda del porte de nuestra bandera.
Desaparece la transparencia en la Justicia cuando aparecen los sicarios, principalmente desde los organismos de información como diarios, radio y televisión abierta, que con sus premisas oficialistas instruyen, envían señales a los jueces y subordinados para la toma de decisiones sin importar la gravedad o impunidad de sus actos, que deja a una sociedad vulnerable de ser sometida a la tiranía de la delincuencia e interés político.
Casos de absoluta resonancia, dejaron a jueces en el ojo de la tormenta, cuyo paraguas vino de la mano del poder político, pero es de observar que los reclamos tienen la continuidad de la coincidencia, esencialmente de protagonistas opositores que terminan marginados y familias de escasos recursos que son discriminados por no contar con la posibilidad de valerse de una defensa imparcial y justa.
Desde el Diario de la Republica es alarmante la falta de ética periodística cuando se trata de informar. La instrucción o señal hacia jueces, se disfraza de amarillismo y se bajan líneas formando opiniones erróneas no solamente para vender un diario más sino que se transforman en estandarte de la mentira sin importarles el daño que ocasionan a eventuales damnificados de hechos tanto delictivos como políticos.
Desde el diario oficialista, cuyos dueños, los hermanos Rodríguez Saa tienen la palabra, se han ridiculizado funcionarios que pertenecían al mismísimo Poder Judicial, resuelto causas e informado a la comunidad de tomas de decisiones como renuncias y denuncias a personas que dejaron de ser funcionales a los intereses del poder que los Rodríguez Saa y todo su aparato emanan a través de su política homogénea y que no permite la división de poderes.
En el plano policial se apela directamente al impacto mas allá de la noticia misma, pero nunca se cumple con la premisa de informar sino de formar opinión, confundir e instruir en complicidad con las actuaciones muchas veces erróneas de la policía y se ha detectado la intencionalidad de desviar el rumbo de investigaciones valiosas como en el caso Gramaglia, cuando se omitía nombres de presuntos sospechosos que pertenecen al Poder como la Secretaria Electoral nacional, Sonia Randazzo y el mismo autor del asesinato, Carlos Alberto Figueroa, hasta que no se pudo ocultar mas los nombres para preservar su impunidad.
Mas acá, en varios hechos delictivos, el Diario de la República cuenta con informes antes que los familiares directos y atentos al accionar de la defensoría pública, siguen bastardeando la opinión por medio de redactores con intereses ideológicos e instruyendo con su confuso y equívoco recurso de las fuentes, aunque claro, no todos los que trabajan en este medio cometen el temible error de toma de posiciones.
Esto pasa porque ya no se identifica con su nombre al autor del informe como corresponde.
La policía hace su aporte con actuaciones irregulares, transformándose en cómplices cuando una vez que tienen todas las evidencias para actuar, hacen la vista gorda y dejan de lado o destruyen pruebas de sumo valor para esclarecer inmediatamente un caso o plantan testigos para desviar la atención o directamente responden a intereses políticos.
Luego, están los jueces que ceden a la presión del Poder omnímodo que ejercen los Rodríguez Saa, cuando ya cuentan con sus renuncias anticipadas.
Así, el escalafón de sicarios transforma con su burocracia, en una novela  “Kafkaiana” y saca a relucir su infamia en detrimento absoluto de la fundamental herramienta para una convivencia en paz: La Justicia




Nota: Lo único que cambio a medias fue el espacio físico del poder judicial.
La idea de informatizar la justicia fue un rotundo fracaso.
En el diario local comenzaron a firmar las notas





4 comentarios:

  1. Empezaran a impartir justicia cuando la injusticia les toque de cerca.
    Sera Justicia

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  2. el injusto dilema de que nunca creen que les toca de cerca.
    Gracias por tu comentario

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  3. El día que decidamos que es hora que les toque, esta cada vez más cercano.
    No pierdo nunca las esperanzas

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  4. no sabes las ganas de que pase pronto!
    nuevamente gracias Pablo

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